24 de marzo de 2010

El hombre máquina

A punto de irme a la cama un viernes cualquiera, tropecé con un documental sobre neurotecnología. No tengo muy claro qué es esto de la neurotecnología pero me quede muy impresionada y voy a intentar explicar lo que el documental me mostró porque es realmente para alucinar.


Esta ciencia se ha ido desarrollando en el campo de las personas físicamente insuficientes, como mutilados o personas con parálisis. Habían descubierto que las neuronas, a pesar de que tu pierna no responda, siguen emitendo energía y enviando funciones al cuerpo.

El experimento fue el siguiente: Localizaron a la neurona o neuronas que envían la información para desplazarse de un chico que no podía andar. Conectada esta neurona a un ordenador, le hicieron imaginar que iba a la izquierda, derecha o que descansaba, y en la pantalla del ordenador, una onda se movía o paraba en función de lo que el chico imaginaba. A partir de ahí los avances fueron impresionantes:

A un chico paralizado de cuello para abajo le habían insertado bajo el cuero cabelludo algún tipo de dispositivo (no sabría deciros qué era en concreto) con el cual, conectado a otro aparato, conseguía que el cursor del ratón se moviese con solo imaginar que movía el ratón. No tenía que estar pensando en el cursor, tan solo imaginar que movía la mano encima del ratón mientras tenía una conversación o pensaba en otras cosas tal y como puedes hacer tú, que me lees. ¡Alucinante!

Del mismo modo, es posible colocar prótesis avanzadas allí donde antes había un miembro y, tras la adaptación física, moverlo del mismo modo que podía moverse el brazo o la pierna puesto que al cerebro no se le han olvidado sus movimientos. La variedad de movimientos tan solo depende de la tecnología de la prótesis, por eso los atletas son capaces de volver a correr con piernas de metal y plástico, porque el cerebro "piensa" que es la pierna.

Todo parece genial, ¿no? Bueno, en realidad los científicos parecían asustados en el documental. Uno de ellos aseguraba, con tristeza, que en pocas décadas será normal que todo el mundo lleve implantes bajo el cuero cabelludo, y en ellos tendremos nuestro móvil, pda, CDs...como memorias artificiales que nos permitirían almacenar muchísima información.

Estas cosas uno no se las cree hasta que las ve, como me pasó a mí aquella noche.

Y con ello, aseguraban, que el gran reto de la humanidad va a ser el abstenernos de utilizar esta avanzadísima tecnología robótica para destruir.

El gran reto de la humanidad va a ser no caer en la tentación de dar un mal uso aquello que se creó para facilitar la vida a quienes son, por desgracia, distintos.

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